miércoles, 24 de agosto de 2016

Himno al mar (Primer poema de Borges)



¡Oh, mar! ¡oh, mito! ¡oh, largo lecho!
Y sé por qué te amo. Sé que somos muy viejos.
Que ambos nos conocemos desde siglos.
Sé que en tus aguas venerandas y rientes ardió la aurora de la Vida.
(En la ceniza de una tarde terciaria vibré por primera vez en tu seno).
Oh, proteico, yo he salido de ti.
¡Ambos encadenados y nómadas!
Ambos con un sed intensa de estrellas;
ambos con esperanzas y desengaños;
ambos, aire, luz, fuerza, oscuridades;
ambos con nuestro vasto deseo y ambos con nuestra grande miseria.


1919, Jorge Luis Borges
Referencia: https://www.jstor.org/stable/40356418?seq=1#page_scan_tab_contents

IMPULsiva

Mi impulsividad DESPIERTA.

                                                            Mi impulsividad                                        Mi impulsividad

Mi impulsividad PIDE PERDÓN.

Mi impulsividad
Mi impulsividad
Mi impulsividad ME MANIFIESTA.

Mi impulsividad

Mi impulsividad Mi impulsividad Mi impulsividad Mi impulsividad

Mi impulsividad Mi impulsividad
Mi impulsividad TE ANIMA.

Mi impulsividad ES.

Mi impulsividad Mi impulsividad Mi impulsividad
                   Mi impulsividad SE CONTROLA.

Mi impulsividad SE OBSERVA.

                                Mi impulsividad
Mi impulsividad SOY.

                                 Mi impulsividad SE PIENSA.
Mi impulsividad REGRESA

Mi impulsividad VIVE.


Gabriela Mayora

domingo, 21 de agosto de 2016





El tiempo no existe, sólo están nuestras causalidades y  felicidad, en el período de su generación se sucede nuestra vida. La cuestión está en asir las causalidades y en conocernos para reconocer nuestra particularidad universal junto a la felicidad plena que nos corresponde.


Gabriela Mayora

jueves, 18 de agosto de 2016

Tu vuelo



Toqué el corazón de mi madre cuando te tuve.

Entendí mi rol de hija cuando te perdí.

Sentí la vida cuando me dormí.


Renazco cada día cuando te extraño.



Me viviste y así me ayudaste a sentir el polvo que cubría mi cuerpo.



Gabriela Mayora

La fuerza



Confío, por no abusar de la Seguridad de Dios, 
que la flor tiene más fuerza que la tormenta.


Gabriela Mayora

Nuestro beso



El recuerdo de nuestro primer beso, no es realmente un recuerdo.

El tiempo me ha permitido saborearlo,
me ha dado espacio para olvidar, 
he intentado desarmar el rompecabezas,  
me he cubierto de cera, 
me he internado en el laberinto de la terquedad, o , ¿será perseverancia?
he vivido lo irrecuperable, 
he acariciado la muerte,
me he volcado en batallas infernales, 
he renacido, 

y, aún así, aquel beso, nuestro primer beso, no se ha vuelto un recuerdo.

Gabriela Mayora


La mensajera


Los colores dentro estallan, 
unas burbujas, 
muchas chispas, 
una fiesta se activa dentro cada vez que sé de ti.

Un todo se revuelve, 
se hace hueco,
se hunde, 
y salpica el resto, 
cada vez que sé de ti.

Me mantengo sorprendida, 
agradecida, 
de pie, atravesando la brisa, 
libre, 
cada vez que sé de ti.

La esperanza se renueva, 
el suspiro aflora, 
y una mariposa te envía mi verdad 
cada vez que sé de ti.

Gabriela Mayora 

martes, 16 de agosto de 2016

Oda a la felicidad I


Aprendí a ser feliz, 

con mi Ser y mi amor, 

con mi álter ego, 

con mis pasos y mis retrocesos, 

con todos los colores de la caja de creyones, 

con las polaridades y sus significados, 

con los amores,

con las presencias y ausencias, 

con mis muertes y mis vidas; 


Aprendí a ser feliz,

con las canciones lanzadas al viento, 

con el llanto y las risas inexorables, 

con el silencioso amigo, 

con el odioso reloj, 

con las divinas y asombrosas casualidades, 

y las más sublimes causalidades,

con mis desvaríos, 

con mis excitaciones, 

y mis depresiones.



Aprendí a ser feliz con mis pecados y tentaciones, 

con mi hambre y mi sed, 

con mis reflejos y secretos, 

con mis texturas y sabores, 

con mis apuestas y sus resultados,

con mi vergüenza.


Aprendí a ser y estar, 

aprendí a aceptar y a reclamar, 

aprendí a ver y a escuchar.


Aprendí que aprendo en cada respiro que doy.

Aquí estoy hoy y para allá voy.


¡Aprendí a ser feliz!


(Soy un instrumento de la naturaleza que honra la vida.)

Gabriela Mayora