Enredados
en el deseo
que
me revelaste en inocentes confesiones y mi yo descubrió y secundó
sin
buscar, sin pretender, sin necesitar me atrapaste
el
Sol iluminó más que nunca los colores más bellos
y
el perfume del día se volvió tuyo.
Enredados
en la cama nos entregamos
me
sorprendiste
entre
ternuras y locuras entre pasiones y furores hicimos las pieles
inmortales y los gemidos eternos
la
madera se humedeció y las ventanas soltaron lágrimas viendo al
cielo sonreír,
los
días vivieron.
Enredados
en el sentimiento perduras en mi
sin
conocer destino confundida en el camino
alejados,
ocupados, entretenidos vives en mi
y
yo queriendo matarte una y otra vez
me
pierdo
y
te pierdo de a gotas.
Enredados
en el hoy te busco, te
alejo, no
te encuentro
y, suplicando tu audaz retorno,
una posibilidad de un nosotros abre una
zanja en mi alma
manteniendo
mis suspiros en un te espero constante con el roce de tu vida en mi
espalda.
Te
necesito.
Gabriela Mayora
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