viernes, 22 de junio de 2012

Crecimiento


Una semilla alguien arrojó
y la fértil marrón la sembró
jugando con luz,  agua y viento,
un árbol creció.

El árbol verde, bonito, feliz,
mientras crecía daba alimento y cobijo,
daba vida y savia.

Pero un día, sin pensar que podía pasar,
el hermoso árbol sintió a sus ramas tambalear,
se preguntó por qué y  sintió a sus ramas llorar.

Sin darse cuenta, una fuerte tormenta lo envolvió,
huracanes y truenos vió sin cesar,
frío , temor, soledad sintió,
ni pájaros, ni hormigas, ni mariposas notó.

Sus raíces fueron levantadas de la tierra
provocando un hiriente dolor,
su tronco cortado,
sus ramas arrancadas,
sus hojas marchitas
el árbol gritó!.

Pero como la oscuridad no existe sin luz,
y la luz no vive sin sombras,
un día los truenos, tormentas y huracanes disipó.
Y el Sol lo iluminó.

El árbol se recuperó y se fortaleció.
Él árbol conoció y sintió. 
El árbol agradeció la luz después de haber conocido la oscuridad. 
Nunca había valorado tanto a sí y a los demás 
como después de haber pasado la tormenta.


Gabriela Mayora

No hay comentarios:

Publicar un comentario