Que fácil y cómodo es para nosotros, los seres humanos, dejar como responsable al tiempo de nuestros dolores, de la generación de excusas y de la sanación de las heridad que hemos causado.
El tiempo no es el responsable. El responsable de dar fuerza a los dolores, de causar más daño, de queres evitar lo inevitable, de llegar a un "punto de no retorno", de perder o invertir erradamente tiempo, somos nosotros mismos.
¡Basta ya de dejar la sucesión de las cosas al tiempo!
¡Asumamos nuestro crecimiento, con cambios, dolores, estirones, estocadas y estancadas, con todas las riendas que el asunto amerite!
Y al tiempo, al tiempo llegaremos con las canas. Y a esas canas llegaremos con sonrisas, y a esas sonrisas con cicatrices, y a esas cicatrices con luz. Así que llegaremos al tiempo como muestra de haber vivido y disfrutado esas vivencias infinitas.
Gabriela Mayora
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