viernes, 15 de marzo de 2013

Hermanas

Que dulce suena tu nombre en mis labios.
Me sorprendo observándote tiernamente mientras me cuentas como te va con tu pareja, como te fue en el trabajo o simplemente como disfrutas de la vida.

Tu voz es melodía a mis oídos,
tu risa es oxígeno a mi alma.

Recuerdo con calidez cada etapa de tu vida,
con tus altos y bajos emocionales, tus rebeldías, tus locuras…
También recuerdo cómo aprendimos a jugar,
a elegir nuestro camino, a soñar y hacer realidad nuestros sueños; cómo descubrimos el ser mujer y enfrentar a la vida siéndolo,
y me siguen viniendo a la mente y al corazón, imágenes, sonidos y sabores que hemos disfrutado juntas y no había otra forma de hacerlo.

Y aunque seamos tan diferentes,
y hemos recorrido sendas divergentes,
creo que es el amor y el respeto, que nos hacen crear naturalmente, sin esfuerzo, un punto de encuentro, nuestro maravilloso punto de encuentro.

Gracias a ti he descubierto bellos sentimientos,
Gracias a ti, sé lo que significa para el alma, ser una hermana.

GM

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